Por Oswaldo Ceballos
La tragedia en la Iglesia de la Santa Cruz de Ciudad Madero, Tamaulipas pone al descubierto muchas cosas, pero en primer lugar hay que mencionar que al cierre de este material van 11 personas fallecidas, entre ellas, menores de edad.
Hay 5 errores fundamentales para que un edificio se colapse:
1. Cimientos muy débiles.
2. Materiales que no son lo suficientemente fuertes.
3. Errores de los trabajadores (por ejemplo, la mala mezcla del concreto puede hacer que éste no sea capaz de soportar el peso, llevándolo a un eventual colapso).
4. La carga es más pesada de lo esperado.
5. La fuerza no es comprobada (al terminar cada edificio siempre es necesario realizar la prueba de fuerza en cada uno de los puntos de construcción).
Así, nos queda más claro lo que quizá pudo suceder en la iglesia de la Santa Cruz y no hay más que una enorme negligencia en su edificación y mantenimiento.
Y de aquí, nadie se salva.
Con tanto dinero que maneja la Iglesia Católica ¿por qué no ordenan supervisión de las estructuras? Estamos hablando de recintos que reciben a decenas y cientos de personas al día.
¿Por qué Protección Civil municipal, estatal y federal no realizan este tipo de inspecciones? Y si las hacen, ¿qué falló allí?
Ese valemadrismo mexicano costó la vida (otra vez) de personas inocentes.
Y ahora le agregaremos algo, con total desfachatez, en los momentos críticos de la búsqueda y rescate, las autoridades municipales de Ciudad Madero y del Gobierno del Estado solicitaron herramientas y víveres para los trabajos que se realizaban en la zona cero.
Pero qué poca vergüenza tienen, eso quiere decir que ni siquiera están equipados con lo necesario para un eventual desastre, todo lo tienen que estar pidiendo a la población, ¿qué les hacen a los recursos?
Claro, es de suponerse, bola de corruptos.