Rubia

Por: Edgar Carmona Blanco

No entiendo porqué las feministas están indignadas con este excelente filme producido para la plataforma de Netflix. De entrada, esta no es una biopic cómo tal pues está basada en una novela de ficción del mismo nombre que, realiza un ejercicio hipotético acerca de lo que pudo haber sido en realidad la vida desenfrenada, excesiva y promiscua de una actriz que logró el ascenso al estrellato mediante favores sexuales a altos ejecutivos y productores del Hollywood de aquella época.

Las recreaciones de la gloria y el infierno que vivió Norma Jeane Baker, mejor conocida como Marilyn Monroe, son llevadas de modo magistral por el cineasta Andrew Dominik, quien dirige a Ana de Armas con una fuerte carga sexual a través de un lenguaje cinematográfico casi onírico (llega un momento en el que no sabes que es real y que no). La interpretación de Ana es simplemente espectacular. Se apodera del personaje y lo encarna de modo veraz y convincente. La existencia de locura y natural inocencia de la famosa bomba sexy, es retratada con los artilugios propios de un relato crudo, fuerte, profundo y estremecedor.

Digan lo que digan, estamos ante un gran ejemplo de lo que es hacer cine de verdad, un cine de arte, de denuncia y de especulación; y si el escandaloso contenido de esta cinta les molesta a algunos, son libres de verla o no. Lo que si es cierto es que “Rubia”, es un atisbo atrevido, polémico, controvertido, audaz e introspectivo sobre la fama y el precio tan caro que tuvo que pagar una de las estrellas más grandes del planeta.