Por: Oswaldo Ceballos

Pasó el 19 de septiembre y muchas personas estuvieron en vilo durante ese cálido día del 2021 pensando que en algún momento iba a registrarse un sismo, todo por las experiencias pasadas.
El temor no es para menos, y ante todas esas circunstancias a nivel federal se programó un simulacro de sismo que hipotéticamente tendría una magnitud de 7.2 grados a las 11 y media de la mañana del domingo con epicentro en Acatlán, estado de Puebla.
Para ello, se solicita siempre la participación de todas las instancias gubernamentales y privadas, se trata de un asunto prioritario.
Sin embargo, era domingo y los burócratas estaban en casita.
Mientras que en diferentes zonas con actividad sísmica ni siquiera se les ocurrió informar o invitar a la participación.
Por ejemplo en Xalapa, caminando por el Centro de la ciudad únicamente la empresa Chedraui organizó el simulacro. Pero, siempre hay un pero, un especialista en Protección Civil me comentó que dicha empresa lo hizo “por la constancia” ya que no le dan seguimiento a los lineamientos. Si eso es verdad, qué lastima y qué preocupante que siendo el tamaño de emporio que es, tomen las cosas de esta naturaleza solo a conveniencia.
Pero, al menos Chedraui se aventó el participar en el simulacro al igual que los hospitales.
Mucho valemadrismo sigue imperando en nuestra sociedad respecto a la cultura de la prevención pese a las experiencias pasadas.
Así, no pinches se puede.