Por: Oswaldo Ceballos

Haití es un pobre país en todos los aspectos, ha sido abandonado ante los ojos de Dios y en los últimos años parecía hasta increíble que hubiere una estructura de gobierno ante la desorganización social y política que ha azotado esa nación desde hace ya años atrás.

En épocas modernas, es muy difícil que haya atentados directos en contra de mandatarios nacionales a menos que seas Haití.

Y como todos sabemos así sucedió en días pasados, no buscaron agredir al ahora fallecido expresidente Jovenel Moïse en un área pública que representaría una acción suicida por los atacantes, lo que hicieron fue organizar una operación estratégica de entrada y salida que tenía como objetivo principal el destruir al presidente.

Jovenel Moïse tenía muchos enemigos en el país, todo presidente los tiene, pero él tuvo la mala suerte de estar en tierra de nadie.

Fue acribillado con 16 disparos al menos, eso fue lo que las endebles autoridades nacionales de Haití informaron hace unas horas.

Cuando un presidente es asesinado, su país se estremece, pero siempre, siempre hay personajes que se ven beneficiados ante ello y casi siempre se trata de una conspiración, la traición que viene desde el interior.

La hipótesis que se maneja es que los enemigos de sangre que tenía Jovenel Moïse eran empresarios poderosos que se verían afectados por ciertas reformas promovidas por el presidente. Qué fácil será cerrar el caso así.

Desde Puerto Príncipe comenzaron a circular las noticias sobre las operaciones para encontrar a los autores materiales, pronto se supo de la muerte de siete mercenarios y la captura de otros dos.

De los detenidos con vida, uno de ellos es estadounidense, de nombre James Solages.

Ahora se sabe de la magnitud de esto, después se supo que fueron capturados 15 sujetos.

En total, 28 involucrados directamente, 26 colombianos y dos más haitianos-estadounidenses y ahora con la colaboración internacional se tiene conocimiento que los sudamericanos formaron parte del Ejército Nacional de Colombia.

Pobre Haití, ha sido flagelado por dictaduras, epidemias, terremotos, caos y violencia es como ver a un país africano de los más pobres pero en América.