El estadio Teodoro Mariscal permitió un aforo de alrededor de seis mil aficionados en la inauguración

Pese a un gran escepticismo, la Serie del Caribe Mazatlán 2021 arrancó en medio de una pandemia de covid-19 con alrededor de 6 mil fanáticos en las tribunas del estadio Teodoro Mariscal para presenciar la ceremonia de inauguración y el primer duelo de la novena mexicana.

Al cierre de esta edición, los Tomateros de Culiacán empataban 1-1 con los Caimanes de Barranquilla, de Colombia, en la cuarta entrada. La novena tricolor obtuvo su lugar con un triunfo en el séptimo juego de la final de la Liga Pacífico ante los Naranjeros el sábado.

La edición 63 del clásico caribeño, y sexta que tiene a Mazatlán como sede, pasará a la historia por la marca de la pandemia. Por primera vez no habrá estadio lleno, como se acostumbraba siempre que se jugó en terreno nacional.

Los aficionados están separados en las tribunas y solo pueden estar cerca grupos de tres o cuatro que vayan juntos. Las ventas de comida son de manera virtual, para llevar al asiento y evitar las aglomeraciones.

En lo deportivo esta edición es especial, ya que por primera vez en muchos años, figuras como el puertorriqueño Yadier Molina o el dominicano Robinson Canó, aceptaron asistir a la serie.

La ceremonia de inauguración también fue distinta. En lugar del acostumbrado desfile de las seis delegaciones, este año con Colombia, Panamá, Venezuela, República Dominicana, Puerto Rico y México, sólo de tres peloteros por equipo salieron a presentar a sus novenas.

Para el duelo estelar de la noche, la primera bola fue lanzada por Juan José Pacho, manager de los Venados de Mazatlán cuando ganaron la Serie del Caribe en 2005, la última en esta tierra, y también en la de 2016, la única que México ha ganado de forma invicta.

Fuente: Adrenalina