Mexicanos que han sido deportados de Estados Unidos han depositado su esperanzan en Biden, quien prometió una reforma migratoria
México.- La promesa de una reforma migratoria que permita a miles de mexicanos deportados regresar a Estaos Unidos realizada por el candidato demócrata Joe Biden, ha depositado esperanza en muchos connacionales, como lo ilustra el caso de Ana Laura López, quien tras vivir 16 años en el país norteamericano fue deportada a México y su único anhelo ahora es regresar y ve a sus hijos.
Su historia, retratada en la crónica de Eduard Ribas para EFE, es un patrón bastante común entre los migrantes mexicanos. Ana Laura huyó de la pobreza en México cuando tenía 24 años de edad, en busca de un mejor futuro, y al tercer intento logró cruzar la frontera por Tijuana, instalándose en Chigaco gracias a redes de apoyo a migrantes.
Ya con 40 año de edad, un trabajo estable, hijos y estudios, la mujer intentó regularizar su situación migratoria en EE.UU., sin embargo, las autoridades respondieron con una negativa y deportándola de vuelta a su país de origen, donde tuvo que recomenzar una vida desde cero vendiendo dulces en la calle.
Yo me siento de aquí y de allá, y es un sentimiento que nadie me va a poder quitar”, relata a Ana a EFE, añadiendo que aspira a un “cambio político” en el país donde construyó su vida.
La anhelada reforma migratoria
Ana Laura, quien fundó el colectivo Deportados Unidos en la Lucha, tiene toda su esperanza puesta en que “haya una reforma migratoria” que haga posible la “reunificación familiar” gracias a la promesa de Joe Biden, quien fue vicepresidente durante la gestión de Barack Obama, en la que fueron deportados 3 millones de indocumentados.
Todos estamos esperando un cambio. Si llega Biden, tiene una responsabilidad muy grande porque Barack Obama nos falló. Tiene una responsabilidad porque si llega, estoy segura que será por el voto migrante”, sostiene.
Sin embargo, la mexican advierte que si el candidato demócrata llega a fracasar o contradecir su promesa de ayudar a 11 millones de migrantes indocumentados, la lucha de estos no terminará, pues se trata de un cambio “necesario e inevitable”.
“Poco a poco se van a ir sintiendo cambios en Estados Unidos, es necesario e inevitable”, opina al pensar que muchos futuros votantes se han visto afectados por las agresivas políticas migratorias del gobierno de Donald Trump o bien sus padres han sido deportados.
Foto: AP
Ana Laura sufre al pensar en los cumpleaños y graduaciones que se ha perdido de sus hijos, Ángel y Dani, que viven con su padre en Chicago, donde a ella se le ha prohibido regresar en 20 años.
El futuro en manos de los hijos de migrantes
Otro caso es el de Ben Moreno, cuya familia se mudó de Coahuila a Dallas (Texas) en busca de una mejor vida cuando él sólo tenía 3 meses de edad. A los 48 años, fue deportado a México por no contar con papeles. Una situación difícil, pues le cuesta hablar español.
Ben, que dirigía una empresa de acabados en Indianápolis (Indiana) decidió firmar su deportación negándose a pasar años encerrado en una estación migratoria, sabiendo de antemano que su caso estaba perdido.
En la ciudad estadounidense quedaron sus dos hijos: Vanessa, una abogada que se especializa en migraciones, y Bernabé, estudiante de la carrera de Ingeniería. Ambos tienen la nacionalidad estadounidense, por lo que podrán votar el próximo 3 de noviembre, y Ben está seguro de que será por Biden.
Se ocupa de una persona que respete a la ciudadanía y se haga respetar. Donald Trump no respeta a la gente, ni a la Casa Blanca ni a Estados Unidos. Dice que ama a Estados Unidos, pero no ama nada más que a él mismo, no le importa la gente”, acusa el mexicano.
A la vez, asegura que Biden va a “regresar ese respeto”, y lo dice con el sentimiento inamovible de pertenecer al país donde pasó casi toda su vida y sus hijos llegaron al mundo.
Pese a que Ben Moreno fue deportado durante el gobierno de Obama, asegura que no le guarda “ni rencor ni resentimiento” al expresidente, ya que hizo las cosas con apego a la ley y sin el “tono de racismo” característico de Trump.
De cualquier forma, se siente convencido de que Biden va a restablecer el programa DACA para “soñadores”, un amparo migratorio temporal que permite a los que llegaron a Estados Unidos siendo niños estudiar y trabajar, el cual ha dado pie a una intensa batalla judicial actualmente en el Supremo.
Empresarios mexicanos con Trump
Para Israel Concha, de 38 años, no fue nada fácil ser deportado a México tras haber crecido en Texas. Recuerda que conducía a exceso de velocidad cuando fue detenido y encerrado por dos años en un centro migratorio, sin poder ver a su hijo recién nacido, para luego ser deportado a Tamaulipas, donde fue secuestrado justo el día de su llegada.
La situación ha cambiado mucho. Tengo familiares nacidos en Estados Unidos que hasta ellos tienen miedo de ser deportados. Nuestras familias migrantes están batallando porque el presidente usa nuestra comunidad como carne de cañón para construir su muro y ser reelegido”, señala.
Tras haber sido deportado, Israel fundó la organización New Comienzos, que brinda apoyo a mexicanos deportados, por lo que asegura que recibe llamadas relatando cómo se “saturan” los centros de detención de migrantes, a los que Concha considera “máquinas de hacer dinero” para el gobierno de Trump.
Ante este panorama, Concha no duda en que la mejor opción es el Partido Demócrata, ya que los republicanos bloquearon una reforma migratoria en el Congreso, pero admite que no todos los mexicano-estadounidenses lo ven así, como es el caso de muchos empresarios que apoyan a Trump.
Estamos viendo que muchos deportados se inclinan por el lado demócrata, pero el empresariado mexicano que ha vivido en Estados Unidos se va al lado de Trump. Argumentan que les ha ido muy bien en cuanto a negocios pero a la vez saben lo que pasa en nuestra comunidad”.
El fin y al cabo, el objetivo de los deportados no es otro que recuperar la libertad de reencontrarse con sus familias al ser prácticamente arrancados del país donde forjaron gran parte de su vida.
Sin embargo, no todos están seguros de querer regresar a Estados Unidos, como es el caso de Ana Laura, quien está segura de que pese a las dificultades que hay en México, “hay mucho que hacer”.