“A Diego Maradona lo llevo en la piel, quiero darle un homenaje en vida”, dice Guillermo Rodríguez en su pequeña pizzería bautizada “Siempre al 10”, mientras se hace el décimo tatuaje dedicado al ídolo argentino que hoy cumple 60 años.

En su modesta pizzería en Los Pinos, un barrio a las afueras de Buenos Aires, este hincha de Boca, de 42 años, se somete a su tatuador, que le dibuja un 10 en su brazo izquierdo con el rostro de Diego en el centro del cero.

“Este tatuaje lo elegí por los 60 de Diego. Es como darle un regalo a él”, dice.

Debajo de una camiseta del Nápoles, el pizzero tiene su espalda toda tatuada: “Representa la historia de la vida de Maradona”. El primer tatuaje del Pelusa se lo hizo hace una década.

En el mismo brazo donde tiene el 10, Rodríguez tiene inscripto: “Maradona Dios”. Su hijo mayor, Axel, de 22, tiene el mismo tatuaje. Se lo hicieron juntos en 2015. “El me vio llorar por Maradona, lo llevé a la cancha y se unió a la pasión”, explica el padre. Los dos menores, en cambio, desafían la herencia. Uno sigue a Cristiano Ronaldo y el otro a Leo Messi. “Es generacional”, se resigna Guillermo.

Fuente: Excelsior | Adrenalina