Este año en la Semana Santa se verá quiénes conservan su fe
Por: Raymundo León
Durante su homilía de este sábado, Roberto Reyes Anaya, párroco de la Catedral de Xalapa, pidió a Jesucristo detener la pandemia del coronavirus y que pueda controlarse pronto.
Indicó que en esta ocasión la Semana Santa se presenta de una manera distinta por las circunstancias que se viven y que ahora es cuando se verá quién realmente mantiene su fe.
Durante una transmisión hecha a través de la cuenta de redes sociales de la Arquidiócesis de Xalapa, el presbítero hizo oración para que el coronavirus no haga más daño y retorne la salud a los afectados y la paz a los hogares a donde el virus ha llegado.
“Acoge a las personas que han fallecido por esta enfermedad, conforta a sus familias, sostén y protege al personal sanitario que la combate, inspira y bendice a los que trabajan para controlarla. Señor Jesús, médico de nuestras almas y de nuestros cuerpos, nos sentimos desvalidos en esta situación de emergencia sanitaria internacional, pero confiamos en ti, danos la paz y la salud, Madre María de Guadalupe, protégenos y sigue cuidándonos y conduciéndonos con tu amor a tu hijo Jesús”, expresó durante su oración.
Indicó que los católicos están a unos días de celebrar la semana mayor, el misterio Pascual en el que Jesús recuerda y actualiza nuevamente la salvación en cada uno de los cristianos.
“En esta ocasión, la Semana Santa se nos presenta de una manera distinta por las circunstancias que estamos viviendo. Ahora es cuando se va a ver realmente nuestra fe, no sólo de los sacerdotes que vamos a celebrar el Misterio sino de aquellos que nos van a seguir por medio de las redes sociales. Ahora se verá la verdadera vocación por Jesús, si disponemos del tiempo, del lugar, de la situación para poder participar desde casa de la Semana Santa o si la queremos ver como un simple programa de televisión y mientras está la celebración yo me puedo ocupar de otras cosas”, señaló.
Roberto Reyes Anaya expresó que Jesús implica que se le ponga atención y que ser cristiano constantemente implica también acrecentar la fe “máxime en estos tiempos en los que Él está con nosotros porque no nos abandona y su amor y su misericordia siempre nos acompañan”.