Dos turistas estadounidenses, de 19 y 20 años, han sido detenidos por el asesinato de un carabiniere de civil en el centro de Roma este viernes. Se les acusa de homicidio voluntario del agente de policía e intento de extorsión. La muerte de Mario Raga Cerciello, de 35 años, ha causado una gran conmoción en el país y durante todo este sábado se han sucedido los homenajes. Raga acababa de regresar de su luna de miel en Madagascar.
El carabiniere fue apuñalado por el joven de 19 años al que estaba arrestando por haber robado una mochila el viernes en un barrio acomodado cercano al Vaticano. Los dos estadounidenses fueron detenidos ese mismo día por la tarde en el hotel de cuatro estrellas en el que se hospedaban. Tenían las maletas hechas y un billete de vuelta a Estados Unidos para esa noche. En un primer momento la prensa difundió que los detenidos eran magrebíes, más tarde la policía desmintió esta falsa información. “Al parecer no son italianos, ¡qué sorpresa!”, dijo el ministro de Interior, Matteo Salvini, el viernes por la mañana, reclamando “trabajos forzados para siempre” para “esos bastardos”.
Según el comunicado de la policía italiana, ambos prestaron declaración la noche del viernes y confesaron que habían robado la mochila de un italiano y le habían reclamado 100 euros y un gramo de cocaína para devolvérsela. El italiano avisó a las fuerzas de seguridad, y cuando dos agentes trataron de detener a los estadounidenses, uno de ellos sacó el cuchillo.
https://twitter.com/matteosalvinimi/status/1154784319854075904
¿Cómo puedes golpear a un chico de 35 años por un teléfono celular y 100 euros con un cuchillo?
Espero que los asesinos de Mario sean capturados y enviados a prisión de por vida por trabajos forzados, porque es demasiado fácil de matar y luego estar cómodos en el sofá. Aquí está mi charla esta mañana sobre Rai Uno”, concluye su línea.
Pero, según medios italianos que citaron a los investigadores, la víctima del robo era un camello al que los dos turistas acusaban de haberles vendido aspirina en polvo en lugar de cocaína. El arma del crimen, un cuchillo “de importantes dimensiones”, fue encontrado escondido en el doble techo de su habitación de hotel. También se confiscó la ropa que llevaban la noche del asesinato.
El joven que confesó haber matado al carabiniere aseguró que no eran conscientes de que lo era y que se asustaron, pensando que eran amigos del camello. Los dos estadounidenses fueron detenidos por homicidio e intento de extorsión, cargos que tendrán que ser validados por un juez.
Fuente: El País.