Invadido por la tristeza y depresión, el menor se quitó la vida ahorcándose con la cadena de su perro; su cuerpo quedó hincado.

De acuerdo con las primeras versiones, hasta antes de Semana Santa el menor y sus hermanos vivían con su mamá en casa de sus abuelos maternos, posteriormente, la madre se fue a vivir con su actual pareja, pero fue el único que prefirió quedarse con sus abuelos.

El menor, el segundo de cinco hermanos, cursaba el quinto grado de primaria y en su escuela organizaron el festival del Día de las Madres; le compraron la vestimenta que usaría para ese día tan especial, aunque su mamá no pudo ir.

Algunos allegados señalaron que el jueves aún lo vieron con vida, aunque triste.

Será recordado como un niño alegre, trabajador y acomedido, que podía trabajar en casa de algún vecino a cambio de algunas monedas.

Fuente: El Sol de Puebla