Por: Alejandro Aguirre Guerrero

Derivado de los más de 100 asesinatos que han ocurrido en Veracruz durante el primer mes de Cuitláhuac García como Gobernador, busqué platicar con alguien en la Federación que respondiera sobre un plan concreto para “calmar el estado”, sin echar culpas a diestra y siniestra.

Según el propio Alfonso Durazo, titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Veracruz es una de las seis entidades con mayores problemas de violencia en el país, situación que impide hablar con ligereza sobre la estrategia a seguir para pacificarlo.

Un personaje cercano a la Oficina de la Presidencia me dijo que, en el caso particular de Veracruz y los otros focos rojos de la república mexicana, la instrucción es que los gobernadores morenistas (como Cuitláhuac García) se coordinen con los Delegados Estatales (o súperdelegados), pues serán ellos quienes en materia de seguridad y en equipo, deberán cumplir las directrices de la federación.

“En el caso de Veracruz, y otros estados que consideramos complicados, los gobernadores necesitan forzosamente el apoyo de la Guardia Civil, como ocurría también en los sexenios anteriores. Entonces, debo adelantarte que Cuitláhuac García y cualquier otro, te dirá que en dos años disminuirá la inseguridad en sus entidades, ¿por qué?, simple, es el lapso en el cual nuestra estrategia federal dará resultados”.

Y justamente ante medios de comunicación, el gobernador García recién aseguró que el estado experimentaría reducciones sensibles de inseguridad en dos años, a través de un plan integral de trabajo, y que mientras esto ocurre, es decir, “en lo inmediato, se debe detener a los culpables, pues si no se les detiene, se crea un manto de impunidad, y el fiscal tiene que responder por ello”.

¿Qué piensa de esta respuesta que dio Cuitláhuac García ante los más de 100 asesinatos que él mismo reconoce? – pregunté al personaje de la Oficina de la Presidencia-.

“El Gobernador de Veracruz no tiene demasiado margen de maniobra; la verdad es que le dejaron el estado incendiado en términos de inseguridad y finanzas, sin embargo, debió declarar de otra manera. Si bien es cierto el Fiscal se dedicó a unas tareas y descuidó muchas otras, (por eso lo queremos fuera de su cargo), no puede usar esa versión ante medios porque muy pocos se la van a creer, no debe olvidar que es el responsable de lo que pasa en su estado, es el que manda, ¿con quién más se quejan los ciudadanos?”.

“Pacificar Veracruz y los demás puntos álgidos en México es tema nuestro, no de los estados. Los gobernadores de Morena harán lo que puedan con sus policías, pero la verdad es que tienen la instrucción de decir que en un par de años, o tres a lo mucho, mostrarán resultados en los índices de inseguridad, porque la estrategia la llevamos nosotros, no ellos”, me dijo, y terminamos la conversación, claro, por ahora.

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