El actor estadunidense asegura que huye de Los Ángeles e irónicamente prefiere una vida tranquila en Nueva York; maneja la fama controlando su vida
Tres premios Emmy y un Globo de Oro es el saldo que Tyrion Lannister le ha dejado a Peter Dinklage; eso, perder el anonimato y convertirse en alguien “famoso”, algo a lo que el actor rehúye, porque, comentó, “puede perderte”.
Sin embargo, está consciente de que esto es un negocio y que ahora él es importante gracias a su trabajo en Game of Thrones, pero no niega que hay un lado oscuro en todo esto.
“Hay que hacer dinero, como en cualquier negocio. Y si no estás trabajando, para que ellos te consigan dinero y si ya no estás produciendo dinero para ellos, entonces pierden el interés en ti. Pero eso es válido para cualquier negocio. (No sé si Hollywood sea más brutal que otros negocios), es más focalizado, creo. Creo que es brutal si uno no puede tener control sobre su propia vida. Creo que si uno está seguro dentro de su propia persona y si uno toma sus propias decisiones no es tan brutal.
“No es válido para todo el mundo ya que conozco a muchos actores que trabajan desde jóvenes, y que tienen los pies bien sobre la tierra, gente hermosa que conozco. Pero creo que muchos actores, cuando son jóvenes no tienen control. Esa es la parte peligrosa y es en ese entonces cuando muchas de éstas personas jóvenes descarrilan. Porque la fama puede ser un lugar muy solitario. Increíblemente solitario”, dijo.
De acuerdo con el actor, el alejarse de Hollywood es primordial para él si quiere mantener la cordura. Por eso no vive en Los Ángeles, lugar al que muchos aspiran si quieren convertirse en alguien.
“Lo sé, Los Ángeles no es para mí. Por eso vivo en Nueva York. Aún con lo loca que es la ciudad de Nueva York, a mí me encanta. Yo estuve allí. La manera en la que la gente vive es mucho más calma. Uno no es importante. Por eso me volví a mudar aquí hace años, para convertirme en anónimo y no importante”, agregó.
Aunque Hollywood no es su lugar favorito, le ha dado uno de los grandes proyectos de su vida: Game of Thrones, la serie de HBO que estrena su última temporada el próximo año y por ende a Tyrion Lannister, personaje que ha sacado lo mejor de su vena actoral.
“Tyrion fue escrito para alguien de mi tamaño, pero fue como si hubiese roto las paredes, y se transformó en una persona mucho más complicada, como yo lo soy, como lo es cualquiera que es una persona real”, indicó.
Con el show en la recta final, Dinklage se enfoca en otros proyectos como The Croods 2 y The Angry Birds Movie 2, en la que prestará su voz, así como las cintas The Thicket, The Dwarf y My Dinner with Hervé, la más reciente película también de HBO en la que interpretará a Hervé Villechaize, el actor de la Isla de la fantasía que se suicidó de un disparo en Hollywood.
Según Dinklage, filmar esta cinta llevó alrededor de 14 años, ya que Sacha Gervasi, director y guionista de la producción, necesitaba levantar el proyecto. Sin embargo, el actor afirmó que él siempre estuvo enganchado al mismo.
“Todas mis escenas llevaron años. Filmamos las de Jamie (Dornan) en cerca de cinco minutos. Las mías llevaron 14 años, desde que vi a Sacha por primera vez. Él vino a ver una obra que estaba haciendo, Ricardo III. Salimos a cenar, la primera de cientos de cenas juntos. Me dio el breve guión que había escrito. Tenía cerca de 30 páginas y la mayor parte se centraba en la entrevista (entre un periodista y el actor Hervé) con algunos flashbacks.
“Pensé que era una gran idea. Yo no sabía mucho sobre Hervé. Sabía quién era, como todo el mundo, y que él era realmente fascinante, obvio, por mi tamaño. Sentía también curiosidad por ese otro tipo, y por la vida que llevaba, que se revelaba en las charlas con Sacha, y en su breve guión. Qué interesante era este tipo”, contó.
La película llegará a HBO el 10 de noviembre a las 22:00 horas y está inspirada en una historia real sobre la amistad entre el periodista Danny Tate (Jamie Dornan) y Hervé Villechaize (Dinklage), la cual empieza con una solicitud de entrevista y se desarrolla en una noche salvaje de Los Ángeles.
“A mí me encantan los documentales de personas de las que no conocía su existencia. Pero Sacha se encontró con este hombre, y pasó algunas noches con él. La película lo condensa en una noche, pero él había pasado tres noches hablando con este tipo. Y ya que Sacha era el director y el guionista, fue excelente trabajar con alguien que había tenido una experiencia personal, de primera mano”, finalizó.
Fuente: Excelsior